lunes, 13 de junio de 2016

M16: El sol sale en Celina

Esta vez salí temprano, el camino de Pilar a Villa Celina es largo y quería llegar con tiempo, elegir un buen lugar donde el sol abundara y me permitiera mantener el calor corporal en una mañana muy fría.

10 am estaba llegando al club, por suerte pude estacionar cerca de la puerta de entrada, eso me permitió esquivar los cien pesos de ingreso que me parecieron un tanto excesivos. Tribuna local dándole la espalda al hockey, matera en mano, celular apagado y boina negra en posición. Sin embargo no me encontraba cómodo, la gente azul y blanca ocupaba el otro lado de la cancha. Decidí correrme y ubicarme del lado donde me sentía como en casa, cerca del banco de suplentes. Ya como de costumbre salude a lo lejos a los entrenadores quienes me sonrieron y devolvieron el saludo.

El segundo equipo alternó buenas y malas decisiones, pero supo desplegar un buen juego que de ser más efectivo en las puntas seguro habría significado un resultado ventajoso. Los cambios dieron mucho aire al equipo y permitieron mantener al rival siempre a distancia en el marcador.

Una hora faltaba para el mediodía cuando el colegiado se acercó a la mitad de la cancha queriendo dar inicio al partido, los jugadores concentrados se saludaban y arengaban. Hasta que llego el silbatazo inicial, la pelota en el aire y los nervios en la cancha. Entender al rival, conocerse a uno mismo, paciencia y la vista puesta siempre en el ingoal rival fueron las claves que empezaron a marcar las diferencias entre uno y otro equipo.

Champagnat fue midiendo a su rival, defendiendo cada pelota como si fuera la última y encontrando aquellos detalles donde los verdiazules eran débiles. Diez minutos bastaron para que los visitantes encuentren la mejor manera de atacar, defender y plantear el partido. Una vez encontrada, supieron practicarla hasta el último minuto. Juego de forwards principalmente para luego liberar la pelota a las puntas cuando la superioridad numérica permitía avanzar, evadir y marcar puntos. Su medio scrum y capitán liberaba rápidamente la pelota a los delanteros que en subgrupos de 3 o 4 jugadores penetraban y limpiaban cada encuentro permitiendo la continuidad y velocidad del juego. Habiendo jugado de apertura, prefiero ver a los rápidos corriendo con pelota en mano, aunque este tándem entre frowards y ¾ daba armonía y principalmente era muy efectivo.

Tras el 34-14 final, fueron todas sonrisas y festejos, un grupo de amigos cantando y alentando alegremente. Pero sabiendo que si bien la clasificación a Ganadores ya está asegurada,  el objetivo empieza ahora. La segunda rueda, con una competencia de alto nivel en la que seguramente vamos a dar pelea. Siempre con el tackle, nuestra bandera. Todavía por la zona clasificatoria, dentro de dos semanas recibirán al poderoso Hindú de Don Torcuato en Estancias de Pilar. 

Mis palabras de agradecimiento a las familias que acompañan a este equipo, todos ellos me hacen ser cada día un poco mas de champa.

El viejo de la Colina

Formación

1- Di Tullio
2- Ventura
3- Bonadies
4- Gurruchaga
5- Zubiaurre
6- Domínguez
7- Chiesa
8- Basualdo
9- Del Piano
10- Imbrosciano
11- Pintos
12- Zenteno
13- Cotter
14- Larrouy
15- Rufino



Tries: Basualdo (x2), Chiesa, Larrouy, Ventura.